En el Día del Estilista y del Peluquero, que se celebra el 25 de agosto, la estilista Sandra Espínola expresó su agradecimiento por los gratos saludos recibidos, “una de las grandes satisfacciones de esta profesión es dar alegría y realzar la belleza de miles de mujeres” destacó la especialista.


“La mejor recompensa en esta actividad es verlas felices, frente al espejo al finalizar cada sesión, es lo que motiva el día a día, y mueve a buscar siempre lo mejor para dar” señaló Sandra.


Según refleja una antigua leyenda, fue en el siglo XIII cuando Luis XV decidió homenajear a quien le arreglaba sus cabellos y adornos, y declaró el 25 de agosto como el Día del Peluquero.


Las personas que en ese entonces cumplían esa función eran plebeyos, pero él decidió nombrar a su peluquero Caballero de la corte. Quienes se dedican a esta actividad celebran desde entonces su día.


Una profesión con un crecimiento exponencial y con gran relevancia en la actualidad. A lo largo de la historia hubo diferentes estilos y formas de cortes y peinados. En ocasiones se adornaron finas diademas, cintas y pelucas.


Fueron la cultura egipcia y la griega las primeras que consideraron al cabello como un elemento de la belleza física y le destinaron un trato estético. Poco a poco, este culto a la belleza se trasformó primero en un oficio que brindaba un servicio básico.


Ya en la era moderna quienes estaban abocados a esta actividad fueron profesionalizándose y adquiriendo nuevas aplicaciones y conocimientos, en función de las necesidades y demandas propias de la época.

 

 

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